miércoles, 3 de abril de 2013

Homenajes a Amaranto...


Tocando para llorar menos

02.04.13 Los chicos de Amaranto Chañi están buscando la forma de desahogar su sensación de horfandad musical. Siguen los homenajes.

Una novena muy especial, es la que se proponen hacer los hijos musicales de Amaranto Chañi. Es que los niños y adolescentes que como decíamos el sábado pasado, quedaron huérfanos de él, de su talento, de su paciencia, de su alegría, no pueden dejar de llorar al recordar a su “Viejito” –como le decían todos-. Así es que decidieron seguir tocando en estos nueves días posteriores a su entierro, al frente de la peluquería.
“El no quería que le recen, quería que toquen”, cuenta Jesús Alarcón, papá de uno de uno de los integrantes del grupo Amaranto, y el encargado del conjunto, quien además tiene otros niño más chico que estaba aprendiendo con Amaranto.
De alguna manera, tocar enfrente de esa peluquería (que por estos días permanece cerrada esperando la decisión acertada de algún funcionario que se proponga mantener este semillero, en honor a Amaranto y en homenaje a n nuestros niños que allí encontraban la contención social que no hay en otros lugares), servirá para transitar el duelo con menos tristeza y más emotividad. Así de alguna manera, y en algún momento cuando pasen los días, esos hijos artísticos de Amaranto lo volverán a recordar con alegría. Por lo menos eso es lo que se proponen sus padres, dándoles riendas sueltas para que toquen, y toquen, y toquen, hasta desahogarse.
Todavía siguen  pegados los carteles que se proponían dar fuerzas al maestro cuando estaba internado, y a ellos se sumaron los del dolor por la partida en la madrugada del viernes.
Con este marco, el público que emocionado pasa por el lugar y aplaude con fervor a esos extraordinarios artistas, podrá ver y escuchar un espectáculo de primer nivel instrumental, todos estos días. Hasta que se cumpla la “novena” de Amaranto. En distintos horarios, cuando las actividades escolares se lo permitan, los chicos estarán tocando en la vereda del frente de la peluquería.
El comentario que más se repite es que Amaranto no sólo les enseñaba a tocar, sino que les enseñaba a vivir con buen humor, con positivismo, a ser educados y a los changos, a ser “piropeadores”. Sí, porque el “Viejito” era de piropear a cuanta mujer se acercaba por el kiosko o la peluquería. Cada clienta recibía el plus de un lindo piropo, encantador, respetuoso, que le alegraba el día. “Todos estos” –nos contaba Jesús señalando a los chicos que estaban tocando- “son piropeadores gracias a él”. Y si eso no es transmitir buenas costumbres, entonces de qué estaríamos hablando.
Esa sin dudas va a ser la huella más fuerte que dejó el más chico de los hermanos Chañi, el haber llegado al corazón y a las costumbres  de todos sus hijos de la peluquería.

Fuente: Diario El Tribuno de Jujuy.
Por: Maria Eugenia Monteros.

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